El Malleus Maleficarium (“El martillo de las brujas”), es uno de los libros más oscuros y manipuladores en la historia de la humanidad. Un texto católico publicado en 1486 en Alemania, con el objetivo de demostrar, juzgar y erradicar la brujería en el siglo XVI.
Fue recopilado por dos inquisidores dominicanos: Jacob Sprenger y Heinrich Kramer, quienes luego de dar por terminado su libro, lo entregaron a la facultad de teología de la universidad de Colonia para su aprobación el 9 de mayo de 1487. Los dos monjes afirmaban tener un poder especial del Vaticano para encarcelar y procesar brujas en Alemania, amparados en un decreto papal; pero aquel decreto había sido firmado mucho antes de que se empezara la escritura del libro y por lo tanto, fue rechazado por no atenerse a las normas de ética prestablecidas. Para ayudar a su credulidad, los escritores adjuntaron entonces la carta de aprobación de la Universidad de Colonia, firmada por cuatro de sus profesores y procedieron a publicar la obra. Fue publicado en varias ediciones, trece veces a partir de 1487 a 1520 y restablecido otras dieciséis veces a partir de 1574 a 1669. El libro era popular en Europa con por lo menos dieciséis ediciones alemanas, once ediciones francesas, dos italianas, llegando así a convertirse en el segundo libro más vendido para la historia de la época, después de la biblia.
La obra fue originalmente precedida por la bula papal "Summis Desiderantes", publicada por el Papa Inocencio VIII el 5 de diciembre de 1484 y que sigue siendo el principal documento papal sobre la brujería. Menciona Sprenger y Kramer por su nombre y los dirige para combatir la brujería en el norte de Alemania.
El libro se encuentra dividido en tres secciones:
Una primera parte intenta probar la existencia de la brujería con el objetivo de promover la justicia divina; se enumera la metodología de las brujas y hechiceros que actúan por un impulso a dañar, pero sin contradecir la voluntad de Dios. Además en esta primera parte se expone una teoría acerca de que la mujer es un ser inferior y que por lo tanto están sujetas a las tentaciones de Satanás, llegando a un punto de conclusión donde la palabra mujer, “Fémina”, en latín significaba sin fe, “Fe Minus”.
Una segunda parte nos habla de las formas en que se presenta la brujería; se enumeran una cantidad considerable de hechizos y conjuros, también se explica cómo las brujas hacían pactos con el diablo a cambio de poder, siendo las fuentes aquellas que han confesado mediante las torturas experimentadas en las inquisiciones.
Y una tercera parte que define su enfoque indicando la manera de perseguir y enjuiciar a las brujas para su total exterminio. La tortura es el método recomendado para quien no asuma la culpa. Se enseñan métodos para el proceso de acusación e incluso se enseña a engañar a los acusados prometiendo misericordia. Finalmente aclaraba que los inquisidores estaban protegidos por Dios y que las mujeres que no lloraban durante su juicio debían ser declaradas brujas de inmediato.
Malleus Maleficarium, una oscura obra que condeno a medio millón de brujas entre los siglos XVI y XVIII, en apenas tres meses, cinco mil mujeres fueron juzgadas en Génova, siete mil en Trier y cuatrocientas llevadas a los juicios de Salem: 230 quemadas en público frente a las masas histéricas y fanáticas, veinte siendo atrozmente degolladas y, con algo de suerte y “misericordia” de los jueces, 150 fueron a parar a prisión.
En la actualidad existe una traducción completamente nueva, gracias a Christopher S. Mackay, el texto fue publicado por el Cambridge University Press en noviembre de 2006. Este libro también ha hecho su aparición en la popular serie de televisión Supernatural en un episodio que lleva su nombre.
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